Argumento
El narrador cuenta que una vez, cuando era un niño, hizo un
dibujo de una boa que digería a un elefante; sin embargo, todos los adultos que
veían el dibujo lo interpretaban erróneamente como un sombrero. Cuando el
narrador trata de corregir esta confusión, se le aconseja que deje de lado los
dibujos y se dedique a algo más productivo. El narrador entonces se lamenta de
la poca comprensión que tienen los adultos por la creatividad. Ya un adulto, el
narrador se ha convertido en un piloto y, un día, su avión sufre una avería en
el desierto del Sahara, lejos de la civilización. Sin embargo, de la nada
aparece un pequeño niño al que el narrador llama «el principito». Este le pide
que le dibuje un cordero, pero en su lugar, el narrador decide mostrarle su
viejo dibujo del elefante dentro de la boa, que, para su sorpresa, el príncipe
interpreta correctamente. Después de varios intentos fallidos de elaborar un
cordero, el narrador, en su frustración, termina por dibujarle una caja y le
explica que el cordero se encuentra en su interior; el principito lo acepta y
le responde que eso era lo que quería.
La rosa en su cúpula de cristal.
Con el pasar de los días y mientras el narrador intenta
reparar el motor de su avión, el principito cuenta su historia de cómo llegó a
la Tierra. Este comienza describiendo su pequeño planeta de origen: un
asteroide —el B 612, según el narrador— un poco más grande que una casa. Las
características más destacadas del asteroide son sus tres pequeños volcanes,
uno de los cuales se encuentra inactivo, y sus variedades de plantas. El
príncipe cuenta cómo pasa sus días en su pequeño planeta: limpiando muy limpio
los volcanes y quitando ciertas semillas que infestan el suelo, sobre todo las
semillas de los árboles baobabs que constantemente tratan de crecer. Al
parecer, el principito quería un cordero para que se comiera esas plantas
indeseables, hasta que el narrador le dice que un cordero también podría
comerse a una rosa con espinas. Al oír esto, el príncipe habla del aprecio que
tiene por una misteriosa rosa que de pronto empezó a crecer sobre la superficie
del asteroide hace algún tiempo. El pequeño explica que cuida y protege a su
rosa con un biombo y una cúpula de cristal y aunque estaba encantado con ella,
de pronto empezó a sentir que se estaba aprovechando de él. Así, el principito
decidió abandonar su planeta y explorar el resto del universo. A pesar de que
la rosa se disculpó por su vanidad y ambos se reconciliaron, esta le animó a
seguir adelante con su viaje y el príncipe obedeció.
Desde entonces, el principito había visitado otros seis
planetas, cada uno de los cuales estaba habitado por algún adulto de mente
estrecha. En el primero se topó con un rey sin súbditos y más adelante con un
hombre vanidoso que se creía la persona más admirable en su desolado planeta.
En el tercer planeta había un borracho que bebía para olvidar la vergüenza de
ser un borracho, mientras que en su próximo viaje conoció a un hombre de
negocios que contaba sin cesar las estrellas y absurdamente afirmaba ser dueño
de todos ellas. Seguidamente se encontró con un farolero que encendía y apagaba
su faro cada minuto, y por último, llegó al planeta de un anciano geógrafo que
estaba tan centrado en la teoría que en realidad nunca había explorado el mundo
que tanto decía conocer. Cuando el geógrafo le pidió que describiera su casa,
el principito mencionó a su rosa, pero el anciano le explicó que no registraba
cosas «efímeras» como las plantas. El pequeño príncipe estaba sorprendido y
dolido por esta revelación, ya que la rosa era de gran importancia para él,
pero tras recuperar el ánimo le pidió al geógrafo que le sugiriera otro planeta
para visitar, y este le recomendó la Tierra.

El principito y el narrador junto a su avión en una de las
múltiples obras de teatro basadas en el libro.
En la Tierra, el principito aterrizó en el desierto, lo que
lo llevó a creer que el planeta estaba deshabitado. Luego conoció a una
serpiente amarilla que decía tener el poder de regresar a las personas al lugar
de donde vinieron. Más adelante, se encontró con una flor que le dijo que no
había visto personas desde hace algunos años. Después de subir la montaña más
alta que había visto en su vida, el principito esperaba ver toda la Tierra,
pero en su lugar solo vio el enorme paisaje desolado. Cuando el príncipe llamó,
su eco le respondió, y pensó que se trataban de otras personas burlándose. De
nuevo en sus andanzas, se encontró con un jardín lleno de rosas que lo hizo
sentir desgraciado, pues pensaba que su rosa era única en el universo. Tras
ello, el pequeño comenzó a sentir que no era un gran príncipe después de todo,
ya que su planeta solo tenía tres pequeños volcanes y una flor que ahora
consideraba común y corriente. Triste, el principito lloró hasta que de pronto
apareció un zorro que quería ser domesticado y que a su vez le explicó que su
rosa era realmente única y especial porque él la quería. El zorro también le
explicó que, en cierto modo, el príncipe había domesticado a la rosa y por eso
se sentía tan responsable de ella. El príncipe entonces se tomó el tiempo para
domesticar al zorro, aunque luego tuvieron que separarse. Después de haberse
despedido del zorro, el joven príncipe conoció a un guardagujas que le contó
que las personas viajaban constantemente de un lugar a otro a bordo de los
trenes, ya que nunca estaban satisfechas en el lugar donde estaban y que, a
diferencia de los niños, tampoco sabían lo que buscaban. Luego, un vendedor le
habló al príncipe sobre su producto: una píldora que eliminaba la sed y le
ahorraba a la gente cincuenta y tres minutos a la semana. El príncipe pensó que
si tuviera ese tiempo libre lo utilizaría para encontrar agua fresca.
De vuelta en el presente, ya han pasado ocho días desde que
el avión del narrador se averió y ya se ha agotado su provisión de agua, por lo
que comienzan a tener sed; caminaron muchas horas y anocheció. El principito
estaba muy cansado así que se sentaron a descansar, conversando sobre porqué el
desierto es tan hermoso el principito le dice que es hermoso porque esconde un
pozo de agua en algún lugar, el narrador lo relaciona con una casa que esconde
tesoros en alguna parte de ella y dice que sea una casa, una estrella o
desierto, lo bello no se ve con los ojos. Estas palabras le gustó mucho al
principito ya que se parecía mucho a lo que le explicó el zorro. Como el
principito se dormía, el narrador lo llevó en sus brazos y continuó caminando.
Hasta que al amanecer encontró un pozo, un pozo elaborado y raro para ser uno
del desierto. El narrador sacó el agua para el principito y él lo tomó con
mucho gusto como si fuera un regalo, y dijo que las personas no saben lo que
buscan, pero en realidad lo que buscan está en una rosa o en un poco de agua,
pero no se ve con los ojos sino se tiene que buscar con el corazón. Luego le
pidió al narrador que le dibujara un bozal para su oveja y le contó que al día
siguiente cumplía 1 año desde que llegó a la tierra. El narrador se da cuenta
de que el principito estaba buscando el lugar donde había llegado hace 1 año,
para regresar a su casa. Luego el principito le pide que regrese a este lugar
mañana al atardecer. Al día siguiente, mientras se dirige hacia donde está el
principito, el narrador descubre que se encuentra hablando con una serpiente
sobre su regreso a casa. El príncipe le explica lo que sucede y luego se
despide emotivamente del narrador, a la vez que afirma que podrá verse como si
hubiera muerto, pero es porque su cuerpo es demasiado pesado como para
llevárselo consigo. Además, le dice que no lo vea partir, ya que podría
perturbarlo, pero el narrador, al darse cuenta de lo que va a ocurrir, se niega
a alejarse del príncipe, quien lo consuela diciéndole que solo tiene que mirar
a las estrellas y recordar su encantadora risa, y así parecerá que todas las
estrellas se ríen. El príncipe entonces se aleja del narrador, permite que la
serpiente lo muerda y cae al suelo sin siquiera hacer ruido.
A la mañana siguiente, el narrador intenta buscar el cuerpo
del principito, pero no es capaz de hallarlo. Así, la historia termina con un
dibujo del paisaje donde el príncipe y el narrador se encontraban el día en que
la serpiente mordió al pequeño. Como última solicitud, el narrador pide que, si
alguna persona visita ese lugar y se encuentran con un niño de cabello dorado
que se niega a responder lo que le preguntan, le escriban lo más pronto
posible.
Personajes principales
El Principito: personaje principal del libro, toda la
historia está basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo
preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño
planeta que podríamos identificar no como un planeta, sino como su propia vida,
así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas
que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que
tiene mucho por vivir y aprender.14
El aviador: coprotagonista, es un adulto que intenta razonar
y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que ha perdido su
condición pero intenta recuperarla. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo
en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos
hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos
critica con frases como: «Si les decimos a las personas mayores: “He visto una
casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el
tejado”, jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: “He
visto una casa que vale cien mil francos”. Entonces exclaman entusiasmados:
“¡Oh, qué preciosa es!”». Por sus características, podemos identificar al
narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.15
El cordero: personaje aparentemente irrelevante pero de gran
significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda
tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden
volverse en tu contra y hacernos daño.16
La caja: en un achaque de ira por no saber dibujar el
cordero, el autor dibuja una caja y dice: «Esta es la caja. El cordero que
quieres está dentro». Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay
dentro, la caja es una alusión a la imaginación que los adultos ya no suelen
usar.17
La Rosa: personaje que nos pone de manifiesto el amor del
principito. La Rosa no es una flor cualquiera, es su amor. Es espléndida, es
magnífica entre otras muchas, y es única en su «planeta». Ha habido otras, pero
ésta es la que ha «florecido» y perdura, es la metáfora de la mujer que ama,
que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y,
al mismo tiempo, llena de imperfecciones. Es frágil, hay que cuidarla, mimarla,
estar siempre atento; además es orgullosa, vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun
así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del
principito, su inexperiencia. Responsable de la huida del principito por
crearle una gran confusión con su forma de hacer o decir las cosas.18
Los baobabs: son los problemas, hay que solucionarlos antes
que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando
nos alerta: «¡Niños, atención a los baobabs!». Los niños somos nosotros. Hay
que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno
de lo malo y actuar en consecuencia.19
Los volcanes: tareas comunes del día a día, no son un
problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que
todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer
hincapié en la disciplina.20
El fanal o globo: la protección, los celos o los mimos y
cuidados que hay que tener para que la «Rosa» se sienta protegida y querida,
aunque realmente no los necesita.21
El zorro: personaje medular de la historia, quien hace ver
al Principito la esencia, pero también las dificultades y costos de la amistad.
Posibles inspiraciones[editar]
Dado que Saint-Exupéry murió antes de que pudiera ver el
fruto de su obra, no pudo dar a conocer en qué se inspiró para crear El
principito; no obstante, algunos investigadores y críticos sugieren que está
basado en «episodios de su autobiografía»,10 así como señalan otras de sus
posibles fuentes de inspiración.
Acontecimientos y personajes
Saint-Exupéry junto a su Caudron Simoun estrellado —que
carecía de radio—, después de haberse impactado en el Sahara.
En El principito, su narrador, el piloto, cuenta estar
varado en el desierto porque su avión había sufrido una avería; esta escena
quizá se basó en una experiencia que el propio Saint-Exupéry tuvo en el
desierto del Sahara, descrita detalladamente en su obra autobiográfica Tierra
de hombres —«Terre des hommes», originalmente en francés—. El 30 de diciembre
de 1935 a las 2:45 a. m., después de 19 horas y 44 minutos en el aire,
Saint-Exupéry, junto con su copiloto André Prévot, se estrelló en el desierto
del Sahara.22 Ambos estaban tratando de romper el récord de velocidad con un
vuelo de París a Saigón en un tipo de carrera aérea popular para el entonces,
cuyo premio era de 150 000 francos.23 Su avión era un Caudron C-630 Simoun,Nota
2 y se cree que el lugar del accidente está cerca del valle de Wadi Natrun, por
el Delta del Nilo.24

A pesar de que sobrevivieron al accidente, tuvieron que
enfrentarse a una rápida deshidratación debido al intenso calor del desierto.
Dado que sus mapas eran muy antiguos, decidieron aventurarse entre las dunas de
arena con algunas uvas, un termo de café, una naranja y un poco de vino; solo
tenían líquido para un día. Ambos comenzaron a ver espejismos, seguido de
alucinaciones vívidas, mientras que al segundo y tercer día estaban tan
deshidratados que dejaron de sudar por completo. Sin embargo, al cuarto día y
para su suerte, un beduino los encontró y les administró un tratamiento nativo
de rehidratación que les salvó la vida.25
Durante su servicio como piloto de correo en el cabo Juby,
Saint-Exupéry había visto un feneco —un zorro del desierto—, lo que muy
probablemente le inspiró a crear al zorro del libro. Aun así, se cree que este personaje
está basado en Silvia Hamilton Reinhardt, una íntima amiga neoyorquina del
autor.26 También se cree que la frase «Lo esencial es invisible a los ojos» fue
producto de su relación con Reinhardt.7
Consuelo de Saint-Exupéry en 1942.
Por otra parte, muchos investigadores creen que la petulante
y vanidosa rosa del principito está inspirada en la esposa salvadoreña de
Saint-Exupéry, Consuelo Suncín,26 27 cuyo planeta —el asteroide B612— estaría
basado en su país natal, El Salvador, también conocido como «La tierra de los
volcanes» por el gran número de ellos en la zona.28 A pesar de que tuvieron un
matrimonio escandaloso, Consuelo fue de gran importancia para Antoine y esto se
reflejó en la obra con los gestos del principito hacia su rosa, a la cual protegía
con una pantalla contra el viento y bajo una cúpula de cristal. Asimismo, la
infidelidad de Saint-Exupéry y las dudas de su matrimonio fueron representadas
en el libro por el vasto campo de rosas que se encuentra el principito durante
su visita a la Tierra.29 Nota 3
Algunos especialistas consideran que los temibles árboles
baobabs representan al nazismo que intentaba destruir el planeta,26 ya que para
el entonces Francia —el país natal del autor— había sido tomada por la Alemania
nazi. El consuelo del principito al piloto antes de regresar a su planeta, «[mi
cuerpo] será como una corteza abandonada», se asemeja a las últimas palabras
del hermano menor de Antoine, Francis, quien en su lecho de muerte le dijo: «No
te preocupes. Estoy bien. No puedo evitarlo. Es mi cuerpo».31
El principito
Saint-Exupéry pudo haberse inspirado en sí mismo cuando era
joven al momento de crear el personaje del principito, ya que en su infancia
sus amigos y familiares lo llamaban «le Roi-Soleil» —«El rey sol» en español—
debido a su rizado cabello dorado. En 1942, mientras estuvo residenciado con la
familia del filósofo Charles De Koninck, en Quebec, Canadá, conoció al hijo de
este, Thomas, un niño de ocho años de cabello rubio y con rizos, que también
pudo haber sido de influencia para el autor.32 Otra posible inspiración para la
creación del principito pudo haber sido Land Morrow Lindbergh, también un joven
de cabello dorado, hijo del pionero de la aviación estadounidense Charles
Lindbergh y Anne Morrow, quienes no vivían muy lejos de Saint-Exupéry y con los
cuales tuvo un breve encuentro durante su estadía en Long Island.33 34
Una de las primeras referencias literarias de Saint-Exupéry
sobre un pequeño príncipe fue encontrada en la segunda crónica que envió desde
Moscú, con fecha del 14 de mayo de 1935. En sus escritos como corresponsal
especial del Paris-Soir, el autor describió el viaje que hizo de Francia a la
Unión Soviética en tren. Durante su viaje en tren, se aventuró desde los
vagones de primera clase donde se encontraba hasta los de tercera clase, donde
se encontró con grandes grupos de familias polacas que, acurrucados entre sí,
regresaban a su país. En su crónica Saint-Exupéry no solo describió a un
pequeño príncipe, sino que también se refirió a varios otros temas que incluyó
en diversos escritos filosóficos:35
Me senté [frente a una] pareja [que dormía]. Entre el hombre
y la mujer, un niño se había hecho lugar y se había dormido. Se dio vuelta en
su sueño, y en la tenue luz de una lámpara vi su cara. ¡Qué cara adorable! Una
fruta de oro había nacido de estos dos campesinos [...] Esta es la cara de un
músico, me dije. Este es el niño Mozart. Esta es una vida llena de promesas
hermosas. Los pequeños príncipes de las leyendas no son diferentes a este. Protegido,
resguardado, cultivado, ¿en qué no se podría convertir este niño? Cuando por
una mutación una nueva rosa nace en un jardín, todos los jardineros se
regocijan. Aíslan a la rosa, la cuidan, la acogen. Pero no hay jardinero para
los hombres. Este pequeño Mozart será formado como el resto por la máquina
estampadora [...] Este pequeño Mozart está condenado.
—A Sense of Life: En Route to the U.S.S.R.
Creación de la obra
El escritor y aviador cerca de Montreal, Canadá en mayo de
1942, durante su gira de conferencias en favor de Francia después del
armisticio con Alemania. Al regresar a los Estados Unidos, comenzó a trabajar
en la novela corta.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, Saint-Exupéry, quien
había sido un exitoso pionero de la aviación hasta entonces, voló inicialmente
en un escuadrón de reconocimiento de la Armée de l'air, fuerza aérea del
ejército francés. Sin embargo, luego de la derrota de Francia en 1940 y su
posterior armisticio con Alemania, huyó de una Francia ocupada junto a su
esposa Consuelo y arribó a América del Norte en los últimos días de diciembre
de 1940. La intención de su visita era convencer al gobierno de los Estados
Unidos para que entrara en guerra rápidamente contra Alemania y las fuerzas del
Eje.
Entre enero de 1941 y abril de 1943, los Saint-Exupéry
vivieron en dos áticos en Central Park South, Manhattan,36 luego en Bevin
House, una mansión victoriana ubicada en Asharoken, Long Island y más tarde en
una casa alquilada en Beekman Place, en la ciudad de Nueva York.37 38 Durante
su estadía en Long Island, Saint-Exupéry conoció a Land Morrow Lindbergh, el
joven hijo de cabello dorado del aviador estadounidense Charles Lindbergh y
Anne Morrow.36 34 La pareja Saint-Exupéry también se hospedó en Quebec, Canadá
durante cinco semanas de la primavera de 1942 y allí conocieron a Thomas, un
precoz niño de ocho años de cabello rubio rizado, hijo del filósofo Charles De
Koninck, anfitrión de ellos en la ciudad canadiense.39
Una vez de vuelta en los Estados Unidos después de su gira
por Quebec, Saint-Exupéry recibió la insistencia de Elizabeth Reynal, una de
las esposas de sus editores en el país americano, Reynal & Hitchcock, para
que trabajara en un libro infantil. Elizabeth, de origen francés y esposa de
Eugene Reynal, había estado vigilando de cerca a Saint-Exupéry por varios meses
y, al notar sus altos niveles de estrés y su desmejorada salud, le sugirió que
trabajar con una historia para niños le ayudaría.40 Nota 4 El autor escribió e
ilustró El principito en la ciudad de Nueva York y en Asharoken durante la
última mitad del año 1942, cuando logró completar el manuscrito en el mes de
octubre.38 39
Bevin House en Long Island, Nueva York, uno de los lugares
donde se escribió El principito entre el verano y otoño de 1942.38
Si bien comenzó con la composición del libro en su ático de
Central Park South, Saint-Exupéry pronto se encontró, en el sofocante verano y
el ruido de la ciudad de Nueva York, con un ambiente muy molesto para trabajar,
por lo que Consuelo salió en busca de un mejor alojamiento. Después de pasar un
tiempo en una casa de campo no muy apropiada en Connecticut, consiguieron
establecerse en Bevin House, una mansión de veintidós habitaciones en Asharoken
con vista a Long Island Sound. El autor al principio se quejó: «Yo quería una
choza y esto es el Palacio de Versalles»; sin embargo, a medida que las semanas
pasaban y se dedicaba más a su proyecto, la casa se convirtió para él en «(...)
un refugio para escribir, el mejor lugar en el que he estado en mi vida». Se
entregó a la creación de su libro tanto a la luz del día como en turnos
nocturnos, alimentado por raciones de muffin inglés con huevos revueltos, gin
tonics, Coca-Colas, cigarrillos y ayudado por numerosas revisiones de amigos y
expatriados franceses que pasaban a visitarlo. Entre los revisores se
encontraba Denis de Rougemont, escritor suizo y amante de Consuelo, quien
incluso sirvió como modelo para las ilustraciones de la obra.7 38 Después de la
desaparición de Antoine en 1944, De Rougemont ayudó a escribir la autobiografía
de Consuelo, Mémoires de la rose.
Después de la publicación
Stacy Schiff, una de las principales biógrafas de
Saint-Exupéry, escribió sobre el autor y su obra más famosa que «raramente un
autor y un personaje han estado tan íntimamente unidos como lo están Antoine de
Saint-Exupéry y su principito», y remarcó de sus dobles destinos: «[...] los
dos permanecen enredados entre sí, como inocentes gemelos caídos del cielo».41
Solo semanas después de que su novela fuera publicada por
primera vez en abril de 1943, sin haber recibido aún ninguna de sus regalías
—nunca lo haría— y pese a las súplicas de su esposa, el autor y aviador se unió
a las Fuerzas Francesas Libres. Aun así, se encontraba enormemente orgulloso de
El principito y casi siempre llevaba consigo una copia, la cual solía leerle a
otros durante la guerra.41
Como parte de un convoy de treinta y dos naves militares,
viajó a África del Norte donde volvió a unirse a su viejo escuadrón para luchar
de parte de los Aliados, retomando su trabajo como piloto de reconocimiento.
Sus amigos, colegas y compañeros aviadores hicieron su mayor esfuerzo, pero no
pudieron evitar que Saint-Exupéry siguiera volando. Anteriormente, ya había
escapado por muy poco de la muerte en varias ocasiones, pero durante una misión
de espionaje en julio de 1944 que partía desde Córcega hacia Europa continental
para preparar la invasión aliada a la Francia ocupada fue perdido en acción,
solo tres semanas antes de la liberación de París.7
Ediciones impresas y traducciones
tar]
Dos ediciones de El principito en la exhibición de
Saint-Exupéry en el Museo del Aire y del Espacio, Le Bourget, Francia. En la
esquina inferior izquierda la versión en francés y en la superior derecha en
inglés; las ilustraciones no se muestran.
La primera publicación impresa de El principito fue en
inglés, realizada por la editorial Reynal & Hitchcock en abril de 1943 en
los Estados Unidos,42 la cual también se encargó de publicar la versión
original en francés una semana después. Katherine Woods fue quien tradujo al
inglés la obra por primera vez,42 si bien su versión tuvo varios errores.43 No
obstante, un crítico indicó que la casi «poética» traducción de Wood siempre ha
sido admirada por muchos amantes de El principito, ya que su obra mantiene el
espíritu y el encanto de la narración de Saint-Exupéry, aunque no su precisión
literal.44 45
En Francia, el país natal de Saint-Exupéry, el libro no pudo
ser publicado oficialmente hasta que la nación fue liberada de la Alemania
nazi. Ahí, la editorial Éditions Gallimard se encargó de su publicación en
1946,46 si bien existen otras fuentes que acreditan que la primera publicación
francesa del libro se realizó en noviembre de 1945.47 Paralelamente, otras
fuentes señalan que antes de la liberación de Francia algunas copias de las
obras de Saint-Exupéry fueron difundidas secretamente,48 49 como ocurrió en
febrero de 1943, cuando alrededor de mil ejemplares de su relato autobiográfico
Pilote de guerre, que describe la invasión alemana a su país, fueron impresos
clandestinamente en Lyon.50
El principito se ha convertido en el libro francés más leído
y más traducido de todos los tiempos, ya que para el 2012 había sido traducido
a más de doscientos cincuenta idiomas y dialectos, incluyendo al sardo y al
sistema de lectura braille,1 2 6 y es uno de los pocos libros modernos que ha
sido traducido al latín.51 En 2005, el libro también fue traducido al toba, una
lengua indígena del norte de Argentina, bajo el título de So Shiyaxauolec
Nta'a. Fue el primer libro en ser traducido a dicho idioma desde el Nuevo
Testamento de la Biblia. La antropóloga Florencia Tola comentó sobre la
idoneidad de la traducción: «[No hay] nada extraño [cuando] el principito habla
con una serpiente o un zorro y viaja entre las estrellas, encaja perfectamente
con la mitología toba».52
Los lingüistas han comparado las diversas traducciones e
incluso ediciones de la misma traducción para comprobar el estilo, la
composición, los títulos y la redacción. A modo de ejemplo, para el 2009
existían aproximadamente trescientas cincuenta ediciones diferentes de El
principito en coreano,Nota 5 mientras que había sido traducido unas cincuenta
veces al chino —realizadas tanto en China como en Taiwán—.54 Además, mediante
el estudio de la elección de palabras, sustantivos, traducciones erróneas y
otros contenidos en las ediciones más recientes, los lingüistas pueden
identificar si se trata de una traducción derivada del manuscrito original en
francés, de su primera traducción al inglés por Katherine Woods o, incluso, de
una adaptación.44 55
Tras haber sido traducido por Bonifacio del Carril, El
principito fue publicado por primera vez en español en septiembre de 1951 por
la editorial argentina Emecé Editores.6 56 Otras ediciones en español se han
ido realizando a lo largo del tiempo; en 1956, la editorial mexicana Diana
difundió su primera edición de la obra, El pequeño príncipe, una traducción de
José María Francés.57 En España se produjo otra edición de la obra, El pequeño
príncipe, en 1965 y dos años más tarde, en 1967, la traducción de José Hierro. En
1968, también se produjeron ediciones en Colombia y en Cuba, esta última se
realizó con la traducción de Luis Fernández de 1961. En Chile (1981), Perú
(1985), Venezuela (1986) y Uruguay (1990) también se crearon otras ediciones.6
58 59
Adaptaciones[editar]
Artículo principal: Adaptaciones de El principito
El principito logró conseguir una buena acogida en el
público desde su primera publicación, y dicha fama ha permitido que se
produzcan múltiples adaptaciones a lo largo del tiempo, así como ha servido de
inspiración para la creación de múltiples obras derivadas. Entre las
adaptaciones se pueden encontrar películas, musicales, series animadas
—incluido un anime—, obras de teatro, óperas y canciones con alusiones a la
trama de la novela.1 8 9 Además, la historia de algunas de estas obran ha sido
«actualizada», con tal de que el principito esté más acorde con los niños del
siglo XXI.60 61 La obra también tiene adaptaciones de audio narradas por
diversos artistas, y las cuales inicialmente fueron grabadas en discos de
vinilo y casetes, de igual modo que se transmitieron en la radio. Por su parte,
el actor Richard Burton recibió la décimo octava edición del premio Grammy en
la categoría mejor grabación infantil con su narración de la obra en 1974.62
Además de las adaptaciones, la novela ha sido usada como
inspiración para la creación de otras obras no relacionadas, como el caso de un
videojuego de la serie de Super Mario y un episodio de la serie Lost, «The
Little Prince». Los personajes también han sido objetos de influencia; Toshiba
utilizó la figura del principito como símbolo de la protección del medio
ambiente, mientras que la compañía Veolia Environnement hizo uso del mismo en
una campaña contra el tabaquismo.60 La más reciente adaptación es “El Principito”
(Le petit Prince) película animada francesa del 2015, dirigida por Mark
Osborne.
Material inédito[editar]
El 26 de abril de 2012 se hizo público que la casa
parisiense de subastas Artcurial había hallado dos páginas inéditas de El
principito. Los textos, casi ilegibles, fueron descubiertos entre varios
manuscritos que un coleccionista envió a la casa para que fueran tasados. Las
páginas son del mismo material utilizado para el original, por lo que los
expertos las sitúan en 1940 o 1941. La primera de las dos contiene variaciones
de los capítulos 17 y 19. En la segunda el autor introdujo a un personaje
desconocido: el primer hombre que el protagonista encuentra al llegar a la
Tierra, el cual se encuentra buscando una palabra de seis letras que significa
«gargarismo». La solución al enigma no se encuentra en el texto hallado.63
Parque temático dedicado a El Principito[editar]
En julio de 2014 se ha inaugurado en la localidad de
Ungersheim en la región de Alsacia el parque temático dedicado a El
Principito.64
Notas[editar]
Volver arriba ↑ La Fundación Antoine de Saint-Exupéry ha
estimado un adicional de 80 millones de copias vendidas a nivel global en
formato de audio y video.5
Volver arriba ↑ El avión que Saint-Exupéry estaba piloteando
cuando se estrelló en el Sahara era un Caudron C-630 Simoun; número de serie
7042, con el registro francés «F-ANRY», donde la 'F' es la designación
internacional de Francia, y el resto fue elegido por el autor para representar
su nombre, [AN]toine de Saint-Exupé[RY].
Volver arriba ↑ Dado que Saint-Exupéry viajaba
frecuentemente, tuvo numerosas relaciones extramaritales, de las cuales la más
notable fue con la francesa Hélène de Vogüé, conocida como «Kelly» y referida
como «Madame de B» en las biografías del autor.30
Volver arriba ↑ Otra razón posible era que Pamela Lyndon
Travers, la autora de los populares libros infantiles de Mary Poppins, se
encontraba trabajando en la tercera entrega de su serie de libros, la cual iba
a ser publicada en 1943 bajo una editorial que competía con Reynal &
Hitchcock. Los editores estadounidenses de Saint-Exupéry presionaron la
creación de El principito para así tener un libro para niños en el mercado
durante la Navidad de 1942.
Volver arriba ↑ El director del Village Petite France en
Corea del Sur señaló que existían trescientas cincuentas ediciones diferentes
de El principito en coreano, incluyendo una edición de manga.5
FUENTE:https://es.wikipedia.org/wiki/El_principito
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